miércoles, 30 de julio de 2008

El Silencio de los Inocentes. Exposión de la artista Amarilis Hannot - Ateneo de Valencia


La voz de aquellos seres que no pueden hablar
Amarilis Hannot es una artista en constante ebullición creadora. Siempre ha sido así; fiel, leal a sus principios, a sus luchas, anhelos y a un lenguaje plástico que trasciende el quehacer cerámico, sin descuidarlo, para experimentar otras técnicas y materiales como el ensamblaje, la pintura, la escultura y la instalación, entre otras.

La creadora se asumió como defensora del reino animal, de aquellas especies que en la actualidad se encuentran en peligro de extinción; pero también recrea con acierto y alto grado de hiperrealismo las bestias que poblaron el globo terráqueo en tiempos pretéritos. Extraña fascinación por la fauna extinta hace miles y miles de años y obsesiva su lucha, casi bíblica diríamos, por los seres animales de hoy, y su relación y o confrontación con el ser humano, con el hombre.

La obra de Amarilis es un infinito canto al reino animal que nos rodea; al salvaje, al silvestre, al pretérito, al domestico, al cercano, al lejano, al que solo han estado en la imaginación de los hombres desde tiempos antiguos. Su animalistica, su bestiario personal da para todo, de allí que no sea raro encontrar en su obra aparentemente utilitaria, teteras, tazas, con forma de algún animal como puerco espin, cocodrilos o zorrillos. Zapatos, carteras y hasta prendas de vestir, se convierten en piles, hocicos y patas como una forma critica de recordarnos la moustrosa casería de ciertos animales para mercadear su piel y hacer de ésta un fino articulo de lujo adquirido y solo usado por personas de alto poder adquisitivo en el mundo.

La feroz explotación de la piel de ciertos animales como la de los cocodrilos y caimanes, y con ello su irreversible extinción de la faz de la tierra, es objeto constante en la obra de Amarilis Hannot. La creadora traspone e interviene los papeles, los roles en una suerte de crítica incisiva y de advertencia al ser humano.

El sufrimiento, la agonía, la aterradora huida, las caserías descontroladas vividas por ciertos animales son extrapolados por la artista al invertir roles, personales, posiciones y situaciones. Ya no es el hombre quien caza, mata, extrae, confecciona y vende, sino el animal; ya no es el animal quien sufre y es sacrificado para obtener de el su piel, es el ser humano el cazado y matado por su piel. Amarilis busca a través de su obra que la gente tome consciencia y reflexione su comportamiento y relación con el mundo animal.

Subraya la creadora en la belleza, importancia, ternura, delicadeza, fragilidad, inocencia y desprotección de los animales y las múltiples relaciones que sostienen con el ser humano indistintamente del nivel de desarrollo.

La relación del hombre con el reino animal ha sido vital para la subsistencia de este, pero si bien es cierto que esta relación se presenta de forma equilibrada en sociedades como las indígenas por ejemplo, es distinta la situación en otras sociedades y pueblos de mayor o menor desarrollo cultural.

Amarilis Hannot se vale del arte, de la arcilla, de esa materia primigenia para recordarnos que este mundo no pertenece solo a la especie humana, y que mucho antes que apareciera el hombre, eran los animales los primeros pobladores de la tierra. La diversa, rica, extraña y maravillosa especie animal ha reinado por siglos la faz de la tierra, las aguas, la tierra misma y los aires y en el transcurrir del tiempo ha alimentado al hombre, le ha dado cobijo, le ha apoyado, guiado, conducido. El animal ha sido testigo junto al hombre de guerras, de batallas, de hechos y acontecimientos, de amores y terrores, de fantasías y crueles realidades.

La obra de Amarilis Hannot es advertencia, es llamado, es exhortación, es lección, es consejo, es guía, es la voz de aquellos seres que no pueden hablar: los animales.


Luis Miguel Rodríguez
Caracas 28/10/07

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola, sé que es algo tarde pero quisiera saber si la exposición continua para ir este fin de semana. Estoy en Caracas. Soy activista por los derechos animales.